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Negociación y masacre

El día de hoy, por la mañana, una comisión del CNH formada por los estudiantes Luis González de Alba (Filosofía, UNAM), Gilberto Guevara Niebla (Ciencias, UNAM) y Anselmo Muñoz (ESIME, IPN) representantes del Movimiento, inician pláticas con los encargados del gobierno Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso Lombardo.

En tanto, dictan auto de formal prisión a Luis Tomás Cervantes Cabeza de Vaca.

Un enorme despliegue de fuerzas represivas se encuentran no lejos de la plaza de las Tres Culturas (carros blindados, patrullas y transportes militares y policiacos) en la que empiezan a concentrarse por la tarde, cientos de personas que acuden al mitin convocado para llevarse a cabo ahí mismo y ante el edificio Chihuahua, abierto al frente como un balcón techado en donde se halla la tribuna y en donde están algunos miembros del CNH. La mayoría de los presentes son estudiantes, pero también hay algunos maestros, ciudadanos de todas las edades y extracciones sociales y mujeres con niños.

La atmósfera en la plaza es muy tensa. A las 17:30 inicia el mitin, hay unas 10 mil personas. El primer orador ratifica la continuidad del Movimiento y asegura que ha logrado algo importante: despertar la conciencia de los mexicanos y politizarlos. El segundo orador comunica que como se teme una provocación, se suspende la marcha acordada hacia Santo Tomás y una vez terminados los discursos el mitin se disolverá, como en otras ocasiones, de manera pacífica y ordenada. El siguiente orador informa que como nuevas formas de lucha algunos miembros del CNH iniciarán una huelga de hambre, critica a los diputados y hace un análisis de la situación nacional. Mientras tanto dos helicópteros sobrevuelan la plaza, antes de que terminara su discurso el siguiente orador, uno de ellos lanza una luz de bengala verde y una roja.

Oriana Fallaci, de la revista italiana l’Europeo, que está en la tribuna, se alarma, “En Vietnam, cuando un helicóptero lanza bengalas es que está ubicado el sitio al que hay que bombardear”. Antes de que termine su argumento, de carros blindados y camiones militares los soldados saltan hacia la plaza a paso veloz con ametralladoras y otras armas de alto poder, y abren fuego contra la gente. Otros soldados disparan desde algunos techos. Entre la multitud algunos hombres vestidos de civiles, con un guante blanco en la mano izquierda abren fuego al tiempo que gritan ¡Batallón Olimpia!, para que los soldados no los confundan.

Entre los asistentes priva la confusión, un estudiante con el micrófono grita ¡Compañeros no se asusten! ¡Es una provocación!

Miembros del Batallón Olimpia llegan a la tribuna, haciendo fuego. Golpean a estudiantes y periodistas y les ordenan tirarse pecho tierra y no moverse. La balacera continúa dirigida a la plaza. Imposible contar los muertos y los heridos en este asalto.

Imposible refugiarse en la iglesia, estaba cerrada. En la explanada, entre las ruinas prehispánicas hay muertos, heridos y golpeados, gente que se protege tirada boca abajo, otros tratan de escapar, muchos lo consiguen, las madres tratan de proteger a sus hijos sin hallar salida, hay quienes se hincan y rezan. Incluso los policías tratan de resguardarse del fuego cruzado. Carros blindados se detienen frente a las puertas del edificio Chihuahua para impedir que salgan los miembros del CNH que se encuentran en él.

A algunas personas las encierran en el edificio de Relaciones exteriores, obligan a retirarse a los periodistas que se identifican, a algunos les destruyen sus cámaras. Hay más de mil arrestados, golpeados y algunos heridos, entre ellos están casi todos los miembros del CNH, los obligan a desnudarse y permanecer largo rato contra la pared con las manos en alto hasta que los sacan de ahí violentamente. Hasta las 19:10 permiten la entrada de ambulancias de la Cruz Roja y de la Verde.

Se calcula que en esta operación participaron 5 mil soldados, un gran número de policías y 300 vehículos militares y policiacos. Dirigieron la maniobra los generales José Hernández Toledo, Crisóforo Masón Pineda y Mendiolea Cerecero.

Una vasta zona de los alrededores, rodeada desde temprano, quedó bajo sitio toda la noche, nadie podía entrar ni salir si no se identificaba plenamente. Los hospitales públicos estaban bajo control policiaco y no se daban informes.

No dejan de sorprender las declaraciones del general García Barragán quien dice que él es el comandante responsable y que no se decretará estado de sitio porque “México es un país donde la libertad impera y seguirá imperando”. Afirmó que el ejército intervino en Tlatelolco a petición de la policía “para impedir un tiroteo entre dos grupos de estudiantes” y ratifca “Si aparecen más brotes de agitación actuaremos en la misma forma” y predijo que no habrá más problemas de este tipo, porque el ejército los va a evitar.

Declaraciones de la presidencia de la República: “la intervención de la autoridad en la plaza de las Tres Culturas acabó con el foco de agitación que ha provocado el problema”, está garantizada la tranquilidad durante los Juegos Olímpicos. “Hay y habrá vigilancia suficiente para evitar problemas”.

 

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