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Medalla al ejército. Diálogo y tranquilidad en el órden: Corripio

Hoy el sargento Pedraza obtuvo la medalla de plata en la prueba de 50 km de caminata, esta primera medalla olímpica alcanzada por un deportista mexicano ha bastado para que el ejército sea colmado de elogios por la oficialidad gubernamental y sus incondicionales, la radio la TV y los diarios no hablan de casi nada más. La prensa ignora otra vez los hechos relacionados con el Movimiento Estudiantil y sus secuelas de represión y muerte.

Un articulista de la cadena periodística del general García Valseca subestima al Movimiento Estudiantil de México al considerar que los estudiantes mexicanos lo que han hecho es mimetizar el mayo francés para conspirar contra el régimen constitucional y “contra la patria misma”, empresa en que fracasaron, afirma.

Mensaje del Episcopado Mexicano acerca de los Disturbios Antes de las Olimpiadas de 1968, firmado por Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo de Oaxaca. Recuerda otra carta suya en la que destaca la posición de la Iglesia y la suya con respecto al Movimiento y la respuesta del gobierno frente a aquel. Algunas afirmaciones al respecto: Para él “todos somos responsables” de las estructuras sociales injustas”, y debe definirse la “sociedad que se desea construir como respuesta a la existente sin que haya ruptura con todo lo bueno que hasta ahora hemos logrado”. No enumera tales logros, pero sí proclama que no basta “la emoción efervescente, la indignación agresiva que impele a destruir lo que parece símbolo de opresión”.

Continúa su largo mensaje, sin hacer la más remota referencia a la masacre de Tlatelolco, que tuvo lugar siete días antes de que firmara su mensaje, Corripio concluye citando a Pablo VI de Medellín “La ‘tranquilidad es el orden’, según la definición agustiniana de la paz…, es el resultado de un continuo esfuerzo de adaptación a las nuevas circunstancias, a las exigencias y desafíos de una historia cambiante…”.

Finalmente, el arzobispo llama “a todos los católicos y a nuestros hermanos de otras iglesias” a “demostrar que tenemos todos la lucidez y valor para construir juntos, por encima de nuestras diferencias ideológicas, el desarrollo y el progreso de nuestro país, que todos anhelamos”.

 

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