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Continúa la violencia

Las fuerzas armadas hostilizan a estudiantes y vecinos sobre todo en la Plaza de las Tres Culturas. Se enfrentan granaderos y estudiantes durante 7 horas en Tlatelolco, les arrojan piedras y otros objetos desde las ventanas. Continúa la violencia con la intervención de los granaderos al disolver un mitin, arrestan a 25 estudiantes. La policía con sus bombas lacrimógenas rompe cristales del edificio de Relaciones Exteriores y provoca incendios en el edificio del ISSSTE que son sofocados pronto por los bomberos.

Los más de 400 heridos fueron golpeados con saña por los granaderos; los reporteros pedían que cesara esa agresión. Un teniente del ejército disparó contra granaderos que golpeaban a su madre, hirió a tres y mató a uno. Enseguida se entregó a las autoridades. Una camioneta del DDF y una patrulla de la policía de caminos fueron quemadas durante la batalla.

El rector instala sus oficinas en la Casa del Lago.

El CNH declara que la toma de CU es un grave error político que se revierte contra las autoridades incapaces de comprender el significado histórico del Movimiento.

Guillermo Morfin, diputado del PRI, que ayer apoyó al rector y pidió que saliera el ejército de CU, hoy valida su apoyo sólo si el rector muestra aptitud para resolver los problemas y controlar la situación, si esas dos situaciones no se dan, como ha ocurrido en la UNAM, afirma, es justificada la acción para restablecer el orden.

Funcionarios de la UNAM como Miguel González Avelar, señala que hay quienes desean que la UNAM deje de ser pública y popular “Contra estos peligros deben unirse las voluntades sanas y porfiar mediante el ejemplo viril de la libertad” y Gastón García Cantú califica la actitud del rector de serena y cuerda a diferencia del insulto y la calumnia de quienes lo ofenden en la Cámara de Diputados.

Más protestas en contra de la ocupación de CU: el Sindicato de Profesores de la UNAM y los maestros de la Facultad de Ciencias políticas y Sociales. La Asociación Nacional de Estudiantes y Egresados del IPN, la UNAM y los internados para Hijos de Trabajadores consideran que “el daño causado por las bayonetas y la violencia policiaca se equipara al que provocan los juicios de quienes desde la Cámara alzan la voz para herir la conciencia universitaria y democrática de la juventud, con ataques al rector Barros Sierra”.

Los rectores de Centroamérica y Panamá, protestaron ante el gobierno mexicano por la violación de la autonomía universitaria con la intromisión del ejército en la UNAM.

 

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