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Los días de la ignominia

“Todo comenzó cuando un helicóptero dejó caer dos luces de bengala”. Así empieza Fernando Benítez su interpretación de la masacre del 2 de octubre, en su artículo Los días de la ignominia publicado en la revista Siempre, y continúa con la descripción del arribo de docenas de policías vestidos de civil al tercer piso (del edificio Chihuahua), pistola en mano, y de millares de soldados que penetran en la plaza disparando al aire y cómo el estudiante que hablaba no perdió la sangre fría: ‘Se trata de una provocación. Mantengan la calma’. Inútil. De todas partes sonaron tiros y la multitud se dispersó aterrorizada y las madres corrían protegiendo a sus niños, corrían los jóvenes y los hombres desarmados.

Lograron su objetivo –provocar pánico–. “Pero su finalidad principal –aprehender a los dirigentes del CNH– tropezó con el fuego de algunos francotiradores o provocadores profesionales”.

La toma de CU fue fácil. Diez mil soldados cayeron sobre mil 500 estudiantes inermes. En el Poli se vio que la decisión de exterminar por las armas los focos de discrepancia tropezaba con la decisión de resistir… “El triunfo moral del rector y la devolución de la Universidad supusieron una tregua. El CNH mantiene sus seis puntos y los apoya con mítines pacíficos. El primer mitin fuera de CU debía celebrarse en Tlatelolco”.

Abiertos los caminos para resolver los problemas, según las pláticas con el secretario de Gobernación en la mañana del 2 de octubre, pero el plan de destrucción estaba en marcha… En Tlatelolco privaba la simpatía de vecinos con los estudiantes… Antes de que se disolviera el mitin el ejército y la policía provocaron el pánico y luego desencadenaron la cruenta ofensiva que pudo haberse evitado.

“Los miembros del CNH fueron desnudados y vejados… Mil 500 personas fueron hacinadas en cárceles y campos militares; se recogieron decenas de heridos y no menos de 40 muertos… “Los mexicanos exigen pruebas de la conjura con que trató de justificarse la violencia irracional… Políticos excluidos de los actuales círculos del poder, personalidades distinguidas por su inteligencia y honestidad y por su repudio a la violencia… Granujas y espías se han disfrazado de locos, de jueces y verdugos. La acumulación de hechos ignominiosos se hace insoportable… Nadie ha reconocido que el Movimiento Estudiantil –con todos sus errores– ha supuesto nuestra única posibilidad de verdadera renovación en 40 años, la única fuerza capaz de modificar la arterioesclerosis del PRI, de los líderes corruptos, la injusticia del reparto de la riqueza mexicana, la situación trágica de los campesinos…

“… Se abren dos únicos caminos: una nueva represión y el reino absoluto del terror y la destrucción…; o bien la reconstrucción integral de nuestra vida política y de nuestra enseñanza superior. Nosotros, partidarios resueltos de este último camino, deseamos que el diálogo… y la buena voluntad… reemplacen antes de que sea demasiado tarde la atroz pesadilla que México ha vivido estos últimos días”.

Agustín Yáñez, secretario de Educación: “El buen juicio y las fuerzas morales de la mayoría de los mexicanos se impondrán sobre los malos designios de un pequeño grupo”.

Padres de familia gestionan la libertad de los jóvenes sujetos a proceso. Julio Sánchez Vargas, procurador de la República: ya hay 74 formalmente presos a causa del Movimiento estudiantil, acusados hasta de 11 delitos “pero en ningún caso de disolución social.

Pilar Roldán, esgrimista, ganó hoy medalla olímpica de plata. Al recibirla saludó con la “V”, tan usada en el Movimiento.

 

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