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Manifiesto a la nación "2 de octubre"

Hoy se publica el Manifiesto a la nación “2 de Octubre”, leído ayer en el mitin en Zacatenco. Resumen del texto que a nombre del CNH firman dos de sus representantes.

El Movimiento Estudiantil ha surgido como resultado de viejos problemas planteados a un régimen que los ignora, los niega o que pretendiendo resolverlos, sólo consigue agravarlos y ha evidenciado ante el mundo la situación de miseria y falta de libertades políticas en las que viven la mayoría de los mexicanos.

El Movimiento es expresión de profundas desigualdades en la distribución del ingreso, consecuencia de la concentración en unas pocas manos de la riqueza generada por el pueblo; de la dependencia de la economía mexicana del imperialismo norteamericano; de una política que ampara los grandes capitales; de un gobierno que elude actuar en beneficio de las grandes mayorías de campesinos y obreros quienes aún no encuentran satisfechas sus necesidades vitales de alimentación, vestido y vivienda; de una política que se hace al margen de las mayorías populares, de sus aspiraciones, intereses y exigencias, que obstaculiza la participación política del pueblo.

La sistemática represión a todo intento de organización política independiente ha impedido y frenado el surgimiento y desarrollo de organizaciones de cualquier tipo para que puedan participar libre, responsable y combativamente en contra de las medidas de opresión del gobierno. Así, Demetrio Vallejo y Rubén Jaramillo que no se sometieron al gobierno, fueron encarcelados y este último asesinado. Parte de este marco de la política nacional es la manipulación a través de la corrupción de la opinión pública, y la marginación en la participación política. La ausencia de actitudes críticas, uno de los más altos valores que definen a la ciudadanía.

El Movimiento Estudiantil se ha expresado en la demanda de puntos concretos: el pliego petitorio y el diálogo público que encierran una crítica profunda a las bases en que se sustenta el sistema político, económico y social en que vivimos, expresa la necesidad de que el monólogo oficial sea sustituido por un diálogo en el que participe la Nación entera.

El Movimiento ha sido resultado espontáneo de la indignación sentida por amplios sectores del pueblo de México ante la arbitrariedad y brutalidad policiacas al agredir a grupos estudiantiles que hacen uso de un derecho consagrado en la Constitución al manifestarse públicamente en protesta a anteriores agresiones ordenadas por funcionarios irresponsables, es expresión del descontento y la protesta latente del pueblo frente a la injusticia. El CNH ha demandado la democratización de las prácticas políticas y lo ha hecho porque la hemos practicado irrestrictamente. Estamos convencidos de que la existencia de los presos políticos es una de las mayores lacras del sistema y es característica de los regímenes autoritarios en todas partes y en todas épocas, hemos demandado su libertad porque en su disidencia con el régimen les asiste la razón.

Pese a la intolerancia del gobierno expresada el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, el Movimiento ha arrancado al Estado algunas demandas y ha abierto nuevas perspectivas en la vida política del país, como la discusión pública del artículo 145 del Código Penal. El reconocimiento que el Poder Ejecutivo tuvo que hacer del descontento general y legítimo se ve al nombrar representantes presidenciales ante el CNH aunque sólo haya ofrecido soluciones limitadas. La desocupación de la mayor parte de los locales educativos, los compañeros liberados, el apoyo al CNH por parte del rector, son el resultado de nuestra permanencia activa y militante y no graciosas concesiones del gobierno.

Existen, además, otros logros más importantes para la vida política de México. El Movimiento ha abierto en el país una etapa de discusión, de crítica y de reflexión política revelando las lacras del sistema, promoviendo que amplios sectores del pueblo tomaran conciencia de esos problemas y estuvieran dispuestos a luchar por su solución. Ha demostrado que en México es posible la movilización de grandes sectores del pueblo en manifestaciones y mítines, participación por convicción y no por presiones o recompensas. Uno de los logros fundamentales es el haber acercado, a través de las “brigadas políticas”, a los estudiantes con el pueblo y sus problemas, y en las brigadas los estudiantes han demostrado su capacidad organizativa y de militancia política, estos triunfos parciales han costado mucho en vidas y sacrificios y no han satisfecho las demandas que formulamos desde el principio dada la intransigencia de los poderes públicos y su incapacidad para reconocer las demandas del pueblo expresadas en el Movimiento Estudiantil.

Se ha acusado a los estudiantes de intransigentes, pero hemos demostrado disposición para solucionar el conflicto y así fue que de la solución de los seis puntos, pasamos al cumplimiento sólo de tres prerrequisitos y al no obtener respuesta del gobierno y ante el peligro real que amenaza la subsistencia de las estructuras democráticas de nuestras instituciones, pérdida que significaría la imposibilidad de continuar el Movimiento, y de promover como Universidad y Politécnico verdaderamente abiertos al pueblo movimientos semejantes en otros sectores de la población, decidimos el retorno a las aulas.

Las perspectivas del Movimiento son organizarse y oponerse a un régimen incapaz de satisfacer las justas reivindicaciones populares y para ello contar con los sectores productivos de nuestra sociedad. La alianza de los estudiantes con estos sectores es definitiva para promover los cambios verdaderamente revolucionarios que nuestra patria requiere, para convertir en realidad el lema de nuestro Movimiento: Libertades Democráticas.

El gobierno debe tomar en cuenta que las vías que siga el pueblo de México para el logro de una auténtica democracia estarán esencialmente determinadas por la posición que asuma frente al cumplimiento de las exigencias de los reclamos populares. Cualquiera que sea la vía, todo mexicano luchador por la democracia actuará con la responsabilidad que la historia le confiera.

VENCEREMOS

 

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