Manifiesto de intelectuales que apoyan el movimiento estudiantil
Setenta intelectuales publican un manifiesto que titulan Ahora es el momento del gran debate nacional. Breve resumen:
Afirman que los estudiantes tienen la mejor bandera, han conquistado un puesto de vanguardia y luchan valientemente al lado del pueblo. Califican al Movimiento de “amplia y viril defensa de los derechos democráticos” que para hacerlo fracasar se han volcado la calumnia y todos sus recursos acusándolo de carecer de banderas y ser producto de una conjura anárquica, que no ofrece solución viable.
Con sus claras y firmes declaraciones y sus cinco manifestaciones, los estudiantes demuestran lo que el gobierno y los críticos de la juventud no debieron olvidar: que ellos no son irresponsables, agitadores profesionales ni comparsas de una conjura antipatriótica. Al contrario: exhiben la conjura de funcionarios corruptos, líderes venales y negociantes enriquecidos, y la conjura de prestanombres, abogados de monopolios y agentes extranjeros que enajenan a la patria.
El peligro reside en la intransigencia del Estado ante el diálogo; en su defensa de las minorías con poder económico y político que sólo la presión organizada del pueblo podrá romper. La acción estudiantil es poderoso freno a tendencias antinacionales, por eso debe triunfar. La inacción pone en peligro lo que queda de libertad.
La nación espera este debate trascendental. Lo que importa es que sea público, que garantice libertad y respeto, y que permita que los graves problemas, puestos en primer plano por el Movimiento, sean cabalmente comprendidos.
Una marcha en CU que culmina en un mitin en rectoría., deja clara la decisión tomada en múltiples asambleas de continuar con la huelga.
Continúan los ataques de los porros del MURO en las Prepas 1 y 2 y en cinco facultades de la UNAM. Un estudiante resultó herido en una pierna durante estos ataques.
Marcelino Perelló, representante de la Facultad de Ciencias en el CNH declaró a la prensa que se pueden encontrar fórmulas de acuerdo que convengan a ambas partes. “El diálogo no es una necesidad, es simplemente una fórmula para resolver el conflicto”. Agregó que las únicas manos extrañas en el Movimiento son las de los policías infiltrados, “quizá hasta entre los 210 miembros del CNH”. En el Movimiento, aseguró, no hay fascistas ni gobiernistas, y concluyó: “no actuamos en función de posiciones ideológicas. Nos une la convicción de que democracia y libertad no sólo son palabras”.